Argumentación del proyecto.
- alex aldana
- 8 nov 2016
- 8 Min. de lectura
VICTORIA 63. Indagación sobre los mecanismos de cohesión familiar en una sociedad violenta a través de la estesis como medio para la construcción artística.
¿Quién soy yo? Soy artista visual, diseñador, ilustrador. Soy nieto, soy hijo, soy sobrino, soy hermano, soy esposo. Me expreso mediante el dibujo, aporto socialmente mediante el audiovisual. Soy padre. Este proyecto se sustenta en rutas metodológicas válidas para la Investigación Basada en las Artes. Barone y Eisner (2006) definen que la IBA utiliza elementos artísticos y no lingüísticos, relacionados con las artes visuales o performativas y que la IBA busca a su vez, otras maneras de mirar y representar la experiencia. A diferencia de otras perspectivas de investigación no persigue la certeza sino el realce de perspectivas, la señalización de matices y lugares no explorados. Por eso no persigue ofrecer explicaciones sólidas ni realizar predicciones ‘confiables’, sino que pretende otras maneras de ver los fenómenos a los que se dirija el interés del estudio. Indaga para tener la capacidad de vislumbrar pero también del sentir, del sospechar, de dudar y de explorar. Indagar desde la investigación-creación para poder comprender, como uno de los aspectos fundamentales de la línea de investigación de las Corporeidades, las Sensibilidades y las Performatividades, de la Facultad de Artes ASAB en la cual se inscribe esta investigación.
Una característica vital en la formación de mi familia es la tradición oral. Desde los relatos acerca de la historia familiar, hubo uno que comenta la crueldad de un acto violento, donde todavía pasados cincuenta años se narra con un velo de tristeza y repudio por los miembros más viejos de mi estructura familiar. La masacre ocurrida en la vereda de la Italia en el municipio de Victoria, Caldas en el año 1963 ha quedado siempre en mi memoria como un evento importante que a pesar de su condición lúgubre, resalta en la tradición los rasgos bondadosos, fuertes y convicciones rectas de los mayores de mi núcleo familiar.
Entonces, la pregunta de investigación que se construyó como ruta de trabajo y que delimitó mi investigación fue:
¿Cómo la indagación inter sensible en el ámbito familiar permite dar cuenta de formas de asumir la vida en una sociedad violenta, permitiendo a su vez que el arte genere aportes significativos a la valoración de existencia?
Así, el proceso de este trabajo fue concretando las siguientes categorías que sustentan el campo de acción del proyecto:
Concepto adoptado por este proyecto desde la siguiente definición:
“Entiendo por estesis a la sensibilidad o condición de abertura o permeabilidad del sujeto al contexto en que está inmerso… la condición de estesis como abertura del sujeto en tanto expuesto a la vida. En suma, lo que nos interesa explorar… es esa condición del ser vivo que consiste en estar abierto al mundo”. (Mandoki, 2006, p.11).
Se entiende para este proyecto, que la familia es el grupo de personas que tienen algún parentesco sanguíneo conmigo. Es un tejido de lazos sociales, simbólicos y hegemónicos que se desprenden principalmente de mis bisabuelos y su descendencia hasta mi hijo, el miembro más pequeño de mi grupo familiar.
Desde la perspectiva de este proyecto se entiende como los fenómenos socio-políticos que se evidencian en la masacre vivida por mis abuelos paternos. A la desaparición forzada, tortura sicológica y desmembramiento como método para asesinar a 40 personas. Al proceso dominante y sistemático de desplazamiento por la pobreza, así como del ambiente de lucha continua para sobrellevarla o supervivirla generación tras generación y de la migración del campesino a la ciudad.
Comprendido en la acción de recordar, y construir imágenes mentales relacionadas con una experiencia vivida.
Forma de articular una historia, siendo esta la estructura que le da sentido a la sucesión de hechos. Está implícita en la conversa.
Como artista visual, la experiencia obtenida a través del relato oral, de la comida, de la música como un detonador atmosférico en las relaciones sintientes familiares, me figuran insumos conceptuales que configuran la creación artística visual y sonora, con una argumentación estructurada cuyo discurso puede evidenciar aspectos de la violencia especialmente en la masacre y mi familia y que no han sido contemplados, desde lo corpóreo, desde el sentir, desde lo humano. Es entonces hacer consiente lo inconsciente en una interacción de experiencias desde la estesis, utilizando el ámbito artístico como un medio o canal perfecto para lograr tal fin.
En las maneras de estudiar las violencias hay violentologos, autores de contexto, sociólogos, antropólogos, estudios psicológicos, etc. Como Arendt, Todorov, Foucault o Butler y particularmente en Colombia son varias como María Victoria Uribe, o José Alejandro Restrepo, Sánchez y Meerten, Fals Borda o Umaña. Pero en medio de toda esta gama de estudios me interesa primordialmente la perspectiva de cómo mi familia lo cuenta, como lo vivió y como se habla de eso que vivió, así de como re existió a partir de esa masacre y del pensamiento reflexivo derivado de ello, puesto en las prácticas cotidianas. No son personas eruditas pero es fundamental su punto de vista pues todos ellos con sus relatos y colaboración son el origen del proceso de investigación y a su vez, los protagonistas de mi creación. Sus voces son los pilares de la construcción artística visual. En conjunto una expresión cultural, una representación reconstruida de una parte de sus vidas, que conforman en conjunto un espectro de saberes construidos por su avanzada edad y experiencia y de conocimientos populares de una inmensa riqueza.
Se elaboraron tres etapas fundamentales:
El comprender el porqué de la masacre de la Italia. Mediante la escucha de las conversaciones de mis mayores, analizo a profundidad sus experiencias sobre la masacre y a partir de allí complemento la exploración con la consulta en diversos campos de análisis especialmente enfocados en los estudios colombianos sobre la violencia en Colombia. Me importa el sujeto colectivo que es la familia, mediante entrevistas y buscar recursos metodológicos para poder abordar lo que la familia hace, piensa y dice sobre lo que pasó. Un resultado de la indagación en esta etapa, fue abordar imágenes para leerlas desde la reflexión sensible, a partir del redibujo como medio para afrontar el impacto de un registro visual violento.
Indago sobre los aspectos culturales de mi familia en la época de la masacre, su condición campesina, pobre, humilde. Rasgos culturales e identificación de atmosferas prosaicas, acústicas que denotan violencia y gustativas como dispositivo de conversas entre la familia. El resultado más relevante fue el análisis de la conversa como un medio complejo en las inter sensibilidades y el estudio de los eventos implícitos a través del modelo de la retórica dramática propuesta por Mandoki. La conversa se ha convertido en un epicentro de narraciones que pretenden relacionar conceptos abstractos en los escuchas sobre modos de vivir y de asumir las adversidades. Es una retrospectiva colectiva de la familia, que moldea, reafirma y proyecta su memoria propia. A través de las conversas reconocemos, postulamos nuestro lugar de origen como familia. Reafirmamos nuestras características positivas y exaltamos las acciones de valor o coraje que trae la vida misma en un ambiente hostil. Narraciones de eventos casi fantásticos, de hechos violentos como el de la masacre en sus varias versiones o el relato de alguna afrenta a la integridad de la familia o de alguno de sus miembros y sobre el cómo se reaccionó como un ejemplo para afrontar las dificultades cotidianas. Analizada desde las modalidades de la dramática de Mandoki, puedo develar lo que no podía ver pero que se podía sentir.
La acción del dibujo como mi medio de expresión propio que permite evocar las conversas familiares y la selección del audiovisual para presentar las practicas familiares de cohesión familiar, la representación de la conversa en un enunciado casi poético sobre la masacre, y el interés sobre lo prosaico así como el resaltar los elementos acústicos. El resultado es el audiovisual como el medio que recoge mi representación entendido este concepto desde las artes, donde habitualmente se trabaja con los lenguajes propios del campo para la representación de la memoria. Esta es una representación gráfica, visual de las memorias personales y colectivas. El volver a presentar algo que aconteció con un propósito de reconocimiento y proyección de acciones colectivas e individuales, interpretado desde el sujeto estesico y su práctica artística. Se utiliza la representación como una forma de volver a presentar un hecho particular mediante las formas de expresión de las artes. Y por tanto, no pretendo hablar de una representación desde las ciencias sociales sino desde mi legitimidad como artista.
Mi trabajo tiene que ver con las memorias. Las de mi familia y la mías. Las comunidades tienen memoria en el sentido del recuerdo y como a partir del recordar la acción se vuelve política porque significa las apuestas por lo que seguimos reuniéndonos. Victoria 63 como proyecto, parte de estas premisas, pues en sí es un proyecto de recuerdos. Acojo la mirada sobre la memoria de la Dra. Clara Inés Guerrero, a partir de la memoria entendida como no solo remembrar la violencia, sino de las acciones culturales que están implícitas. Es decir, se acude al cuerpo y el aspecto sensorial para construir la memoria de vivos y muertos a partir de la evocación por ejemplo, en la conversa. A partir de allí se invoca, se recuerda y se evoca para crear desde lo simbólico, desde la estética, desde el movimiento. La creación visual como representación de estas memorias particulares puede generar una producción entrañable que transmite los valores positivos de personas aparentemente comunes que han sido enfrentadas a situaciones de violencia, pero que teniendo sus raíces muy fuertes siguen en pie, soportando y esquivando los infortunios para a través de su huella social, de su familia para transmitir una manera de ser que ha sido adoptada como un camino valido para vivir.
Así mismo en la auto reflexión acerca de los aspectos que conforman mi ser, lo estimo para este proyecto desde el concepto de sujeto estético desde la perspectiva de Mandoki en su revisión política crítica sobre la estética, convirtiéndose este sujeto en un sujeto estesico. Es decir un sujeto que se cuestiona lo estético y se habla más bien del sentir. No ya desde una estética plana sino de lo vivo del sentir. Por lo tanto, para lograr la auto reflexión y búsqueda de argumentos para el reconocimiento en el colectivo familiar, me posiciono como un sujeto estesico porque dibujo mediante el reconocimiento de la capacidad del sentir, y de interactuar y de relacionarme con mi familia, con mi entorno a través de mis sentidos. Desde el poder sentir toda la magnitud del existir, desde los niveles de lo visual, de lo acústico, de lo lexical, lo somático y lo escópico. Desde allí, puedo establecer un agenciamiento de sentido político desde el asumir y vivir en lo prosaico desde el sentir.
Consiste entonces en el análisis de estos fenómenos culturales a través de mi familia, confirmando, reafirmando, mi propio existir que pretende tener una resonancia social que abarque un ámbito mayor en el ente académico y por fuera de él. No se trataron estudios puntuales de las subjetividades porque los temas que delimitan la pregunta de investigación, manejan los conceptos de familia, inter sensibilidad y de asumir la vida desde lo prosaico y lo sensible.
Agradezco los aportes y sugerencias del Maestro Oscar Monroy y la Dra. Catalina Cortés. Estas serán consideradas en el desarrollo continuo de este proyecto, en perspectiva de mi carrera como investigador de las Artes.
Soy padre. Y pretendo que este trabajo sea un elemento de reconocimiento de futuros espacios de inter relación familiar en las generaciones más jóvenes, en panoramas donde las dinámicas de unión familiar sean reproducidas, incorporadas y transformadas como un legado generacional.
Gracias.
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